Lic. Mario A. Payarola
psicologo especializado en violencia familiar

Asistencia y Capacitación

El autor de este sitio ha sido el creador de una red de trabajo y estudio en masculinidades (R-E-T-E-M) cuyos integrantes se reúnen periódicamente para discutir los temas concernientes a la especialidad. Ellos integran equipos interdisciplinarios, distribuidos en diferentes localidades, que brindan atención a varones. He tenido el honor de compilar las experiencias de los equipos mencionados, en un libro, que ha sido editado en 2015, cuyo nombre es: “Violencia Masculina en Argentina, Grupos psico-socio-educativos para varones que ejercen violencia de Género”, Editorial Dunken, Bs.As., 2015.
Por fuera, lleva a cabo solamente tareas de capacitación y supervisión para equipos interdisciplinarios (Psicólogos, Trabajadores Sociales, Abogados, Médicos, Psicólogos Sociales, etc.) y aquellas instituciones involucradas en la temática que pretendan incorporar un Progama de atención a hombres.

Curso de entrenamiento para la atención de hombres que ejercen violencia de género

Está diseñado para profesionales que ya tengan experiencia en el campo de la violencia familiar y deseen abordar la problemática del hombre con conductas violentas hacia su pareja. A través del mismo se facilitan los elementos teóricos que son el fundamento de las diversas técnicas de abordaje. Estas últimas propenden a una modificación de las conductas violentas en un ámbito grupal, bajo la forma de Programas psico-socio-educativos.

Carga horaria

Este curso ha sido planificado originalmente con un mínimo de 16 horas y un máximo de 32 horas según el nivel de profundización y entrenamiento que se requiera y/o los conocimientos previos que se tengan.

Características

El curso es teórico/práctico, contando además con material didáctico audio-visual.
Se contempla la posibilidad de viajar al interior y exterior del país.

Objetivos

Los programas P.S.E. se proponen alcanzar los siguientes objetivos:

  1. La responsabilización de los varones por sus conductas violentas, dejando de lado la justificación, minimización y naturalización que suelen hacer de las mismas.
  2. La prevención de la violencia física, a través de la puesta en práctica de técnicas específicas.
  3. El aprendizaje de la resolución de conflictos interpersonales de manera no violenta.
  4. El aprendizaje de comunicación asertiva.
  5. Cuestionar y reflexionar sobre los estereotipos de género, producto de nuestra cultura patriarcal que están en la base de las conductas violentas.
  6. Reparar las heridas emocionales producto de una infancia con maltrato o por haber sido testigo de violencia.
  7. Propender al ejercicio de un parentazgo sin violencia como forma de evitar la trasmisión intergeneracional de la misma.

Lic. Mario A. Payarola
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